Velas, su manejo y comprensión

Desde los Tiempos Oscuros, tras el uso de la antorcha, las velas aparte de iluminar, las velas despiden también calor. Utilizamos la combinación de ambas energías cuando encendemos una vela y la dedicamos a Orisa y egun. En la Religión Yoruba Ancestral se usan las velas principalmente para elevar las oraciones y las peticiones. Una vez la vela está encendida e invocamos y nos dirigimos a una fuerza,
ofrendando una oración o haciendo una petición, nuestro Afosé se combina con la energía emitida por la vela. En suma, hemos hecho con nuestra voz que un trozo de cera, una mecha, se convierta en un
mensajero sagrado de las deidades , ¡sorprendente!.

Cuando hacemos una demanda, pedimos bendiciones, pedimos que las
cosas cambien, pedimos que lleguen las cosas. La vela que ha sido encendida y a la que se ha hablado se considera cargada y ha sido dedicada a orisa o egun y la forma en que arde nos da un mensaje de retorno, de la misma manera que los obis nos dan un mensaje, y debemos interpretar lo que está diciendo ese mensaje.

1) Cuando la vela arde con una llama clara, la petición ha sido escuchada y se está trabajando en ella.

2) Cuando un velón arde con llama clara rápidamente (pongamos en menos de siete días), se está trabajando rápidamente en la petición.

3) Cuando el velón arde lentamente (más de siete días), la petición que has hecho requerirá un mayor tiempo para manifestarse.

4) Cuando la vela empieza por arder con humo oscuro durante los primeros días y después se va aclarando, significa que había problemas al principio pero que éstos se han ido superando y tu petición será contestada.

5) Cuando una vela empieza a arder con llama clara y después se vuelve oscura significa que hay problemas u obstáculos que han de solucionarse.

6) Cuando la vela arde con una llama que parece turbia significa que lo que has pedido puede no haberse comprendido o está incompleto. Es dudoso.

7) Cuando la llama produce humo negro, hay un problema serio. En este caso podría no referirse a la solicitud sino al entorno, el adimú, la petición… En la mayoría de los casos se requiere adivinación.

La influencia del Nuevo Mundo hace asociar las velas con colores, aceites correspondientes y/o inciensos, pero en nuestra religión nunca se tuvo en cuenta el color de las ceras y la asociación de las velas con aceites, inciensos y otras cosas a Orisas y eguns lo que les interesa es el fuego, la luz y el calor de las velas de cera, no así su color o forma. Sin embargo, como hemos dicho, en el Nuevo Mundo se cree que el uso junto con las velas
de los aditivos como los aceites, inciensos, etc., incrementan o intensifican la calidad del deseo, oración.

Así tenemos que usamos:

  • Blanco: Para ponerse en contacto con los antepasados para la purificación y limpieza.
  • Rojo: Para favorecer el amor, para el sexo y la salud. Se utiliza para superar miedos y protegerse de la brujería.
  • Rosa: Para conseguir éxito y afecto.
  • Amarillo: Para soñar y hacer que los sueños o deseos se conviertan en realidad.
  • Naranja: Para hacer a alguien atractivo ante los demás.
  • Negro: Utilizado sobre todo para destruir a los enemigos.
  • Azul: Utilizado para crear paz y armonía en el hogar Marrón: Se utiliza en tiempos de dificultades económicas, para atraer el dinero, la felicidad y el éxito.
  • Verde: Para atraer dinero trabajo y matrimonio.
  • Púrpura: Para romper gafes (la mala suerte), para el poder y control sobre la gente.
  • Oro: Para traer dinero, suerte y éxito económico.
  • Gris: Para ahuyentar el mal y las influencias comprensibles.

Todas las referencias anteriores tienen validez, sin embargo, es práctica muy generalizada mantener la utilización de las velas de colores de acuerdo al siguiente orden:

Egun: Blanco
Obatalá: Blanco
Orunmila: Blanco
Esu: Blanco
Ogún: Verde
Sangó: Rojo
Osún: Amarillo
Yemoja: Azul
Oyá: Púrpura
Osanyin: Blanco
Osoosi: Blanco

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